Parece el título de una película en lugar del título de un post. Nada más lejos de la realidad en cuanto que, la búsqueda de la evidencia sólo persigue la verdad. Eso es motivo más que suficiente para no atragantarse con ella, sólo hay que soltarla. Aún así, resulta tragicómico que para algunos el camino que desemboca hacia la evidencia se torna en tragedia y, en ocasiones, en comedia. Como dice Immanuel Kant (1724-1808) en su crítica a la Razón pura:
 
      "La verdad, se dice, consiste en la adecuación del conocimiento con el objeto."
 
      ¿Sencillo?
      Sencillo, "una relación de adecuación." Quién lo iba a decir, podemos recurrir a claros ejemplos que han demostrado tal abrumadora sencillez: las Cuentas Anuales de Bankia, Gowex, Pescanova, Abengoa. ¿Cómico?
      Cómico. Pero nuestro amigo Kant quiere ir más lejos y liarnos a más no poder, ¿por qué? Porque todo conocimiento no vale, y dice:
     
      "Un conocimiento conocimiento puede ser lógicamente correcto, mas no por ello ser todavía verdadero; y , cuando no tiene como garantía más que su forma lógica, entonces el conocimiento es solo dialéctico.
 
      ¡Buf! Ya estamos. Y sigue:
 
      …aquello gracias a lo cual se distingue los conocimientos verdaderos de los falsos es el CRITERIO de la verdad.
 
      Algunos se saturan, clausuran a Kant y se pierden los criterios extrínsecos, intrínsecos, la verdad práctica y la estética, la verdad empírica, la trascendental, la verdad material u objetiva, la verdad formal o subjetiva, la experiencia del error… Por no profundizar un poquito, sólo un poquito, se quedan sólo con al Dialéctica; Lógica de la apariencia; y mandan al exilio la Analítica; Lógica de la verdad.
      No voy a acaparar todo el post en Kant, pero sí que voy a mencionar otro párrafo que merece la pena rescatar y que nos servirá para entender a dónde quiero llegar:

            “No hay duda de que todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia….Mas si bien todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia, no por eso originase todo él en la experiencia… Es pues por lo menos una cuestión que necesita de una detenida investigación.

 

      Ahora las cuentas anuales de nuestro ejemplo; Bankia, Gowex, Pescanova, Abengoa; se vuelven ¡trágicas! Es cierto que los auditores no son responsables de la formulación pero sí de su supervisión, por medio de un análisis exhaustivo y planificado para encontrar las pruebas de EVIDENCIA.

      Avanzamos un poquito más y hablamos de la PROPEDÉUTICA. ¿A cuento de qué? La propedéutica es la enseñanza previa necesaria para acometer CONOCIMIENTOS más avanzados de una disciplina. Curiosamente para Platón estaba constituida por el quadrivium complementándolo con el trívium.

    TRIVIUMlas tres vías“. Gramática, Dialéctica, Retórica.
    QUADRIVIUMcuatro caminos“. Aritmética, Geometría, Astronomía, Música.

      Las representaciones alegóricas al trivium y al quatrivium se encuentra reflejadas en la bóveda de la Biblioteca del Real Monasterio del Escorial (espectaculares), una de las maravillas del mundo.

 

 https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=8TIe18JJbNE

https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=VVjqYN1W3z4

 

      Interactuar con las diferentes disciplinas del conocimiento no nos asegura vislumbrar la EVIDENCIA, pero sí que nos ayuda a crear un Órganon en nuestro cerebro; herramientas e instrumentos sobre los que crear un razonamiento más allá del apodíctico normativo, más allá de lo incondicionalmente válido, de una validez incuestionable. No está en mi empeño crear un teoría sobre la verdad. En este post quiero reflejar que el camino hacia la EVIDENCIA se necesita algo más que el espectro normativo. El sólo conocimiento de la norma no nos lleva a hechos y verdades irrefutables.

      ¿Existe la EVIDENCIA, o son sólo fundamentos y/o proposiciones mutantes que utilizamos para sostenerla?

 

NIA-ES 500 EVIDENCIA DE AUDITORIA.

      Después del preámbulo voy a abordar el quid de la cuestión del post y, llegados aquí, más de uno decidirá abandonar este barco. Pensará, con todo derecho, que este área profesional no les toca. Pero he considerado necesario la exposición anterior debido a que considero que la norma necesita apoyarse no sólo en ella misma sino también con una argamasa donde sostener y adherir las razones de EVIDENCIA. Razones y juicios que, en ocasiones, se sustentan en base a definiciones motu proprio; ética, escepticismo, valoraciones críticas, juicio, pericia,… 

      Por convención podemos encapsular a la EVIDENCIA, conceptualizarla, detallarla, apuntarla. Desarrollar un marco de referencia donde se exponga las reglas sobre las cuales el auditor debe apoyarse. Nunca se llegará a precisar una EVIDENCIA satisfactoria, clara y completa debido a que el margen del error siempre estará omnipresente; la piel del auditor lleva implícita reducir ese riesgo; la experiencia del error se hace inseparable y no es ajeno a él. Tal y como decía Kant, “…es imposible de una nota suficiente y al mismo tiempo general de la verdad.” Evocando a Friedrich Hayek (1899-1992) y extrapolándolo a la profesión del auditor: una auténtica previsión se hace orgánicamente POR MEDIO DE UN SISTEMA, no por decreto.

      Otro factor que dificulta la labor de búsqueda de EVIDENCIA residen en los complejos tramados organizativos y en el entorno global en el cual se mueven las organizaciones que nos lleva a un estado continuo de vigilia, supervisión y revisión de los trabajos realizados, de la planificación de actividades, tareas y procedimientos, de las valoraciones de los riesgos. Todo esto nos sumerge en una continúa indagación, cuestionando, una y otra vez, las opiniones emitidas.

      Con todo esto no quiero decir que los auditores sean buscadores de CISNES NEGROS al estilo de Nassim Nicholas Taleb, porque poseer muchos datos puede ser que no confirmen nada e, instaurar el método de la serendipidad, tampoco. Como dice Nassim, ni hiperescéptico, ni crédulos. Pero, lo que sí hay que hacer es cuestionarse como mínimo que lo improbable puede ocurrir aunque seamos incapaces de medir lo incierto.

      También debemos saber que, para dar una mayor seguridad a nuestros CRITERIOS, es condición indispensable un mayor bagaje cognitivo que nos permite obtener un mayor grado de acierto en nuestros juicios, con los cuales seremos más capaces de explicar los contenidos fuera de los prejuicios y perjuicios que nos encadenan y que, evidentemente, a la norma se le escapa.

      Seth Godin en su libro “¿Eres imprescindible?” comenta con acierto que, las organizaciones lo que necesitan ahora son ARTISTAS porque son personas con el genio para encontrar una respuesta, una nueva asociación o una nueva manera de hacer las cosas. Consciente de la escasez de esas organizaciones valientes, el bohemio añora saltarse la partitura e improvisar.

      Los auditores no son los responsables de la preparación de los estados financieros ni del control interno (NIA 200.A2) de las compañías; Bankia, Gowex, Pescanova, Abengoa…; aunque sí son responsables de verificar y obtener una seguridad razonable de que los estados financieros en su conjunto están libres de incorrección material, debida a fraude o error (NIA 200.5) Se alcanza, dice la norma, cuando el auditor ha obtenido EVIDENCIA SUFICIENTE Y ADECUADA para reducir el riesgo de auditoria. Es aquí donde alguna Big Four ha tenido algún socio demasiado benevolente en el juicio profesional, en el escepticismo, en los procesos, los procedimientos, en la investigación y en la búsqueda de la EVIDENCIA. Es decir, en definir motu proprio las definiciones y las razones donde edificar sus opiniones erróneas.

            La norma defina la evidencia: “información utilizada por el auditor para alcanzar las conclusiones en las que basa su opinión. La evidencia de auditoría incluye tanto la información contenida en los registros contables de los que se obtienen los estados financieros, como otra información.”

            Su objetivo:    “diseñar y aplicar procedimientos de auditoría de forma que le permita obtener evidencia de auditoría suficiente y adecuada para poder alcanzar conclusiones razonables en las que basar su opinión.”

 

            ¿Sencillo? A priori, como se puede intuir en el recorrido del post, no parece tan sencillo. También cabe decir que la norma tampoco es un tratado filosófico sobre la metafísica de la EVIDENCIA. Si seguimos avanzado en la lectura de la NIA-ES 500 observamos que no está sola. Acompaño adjunto pdf y enlace prezzi para su mayor claridad.

 

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      La NIA-ES 500, de manera expresa apunta a una serie de NIA-ES adicionales, en concreto a 10, sobre las que se apoya en la búsqueda de la evidencia de auditoría suficiente y adecuada. Adicionalmente, estas diez normas señalan a otras tantas. A su vez, éstas hacen mención a otras tantas.

      Se llega a la conclusión de que el auditor tiene la obligación de conocer todo el cuerpo normativo para llegar a vislumbrar la EVIDENCIA de AUDITORÍA y, por tanto, para conocer una parte necesitamos el conocimiento del todo. La dificultad se acentúa, haciendo alusión a José Antonio Marina(1939), cuando lo que se formula no se puede formular; aún pensándolo y conociendo el cuerpo normativo; ya que existe un problema: inventar un lenguaje que explique lo que se formula. Es decir, crear un SISTEMA ANÁLITICO con CRITERIOS. No quiere decir esto que haya que transgredir las reglas sino todo lo contrario, tratar de crear significados que expliquen, teniendo como referente el marco que la protege:

 

            Sin lugar a dudas, hay que estar muy atentos a los peligros latentes y, que en más de una ocasión, se han manifestado creando significantes vacíos, irrealidades y ficciones: Bankia, Gowex, Pescanova, Abengoa.

            “La verdad, se dice, consiste en la adecuación del conocimiento con el objeto.

 

UN GUIÑO

La LUNA

https://www.youtube.com/watch?v=cj9brXFtxhA

El JABÓN

https://www.youtube.com/watch?v=gQxpPKJW5ww